Tal vez creas que tienes bien definido el objetivo a alcanzar pero pronto te das cuenta que los resultados no llegan, entonces te desesperas y dices algo como esto: "no podré lograrlo". ¿Sabes qué te falta? Algo muy simple pero determinante para el éxito: Ser más específico.
Imagina que en tu ciudad han cerrado varias calles y necesitas encontrar una nueva ruta para llegar a tu destino. Si eres práctico revisarás tu mapa para buscar vias alternas o preguntarás a alguien cómo llegar. ¿Cómo buscas las calles en tu mapa o cómo preguntas a una persona? Por tu bien espero que primero ubiques en qué calle estás y después busques cómo llegar a tu destino. Es algo como el juego del laberinto que jugabas de niño, debías ver de dónde partías y hacia dónde debías llegar.
Eso es ser específico.
Para alcanzar el éxito sucede algo muy similar, es muy diferente despertarte con la sugestión "hoy voy a ganar dinero" a esta otra: "hoy miércoles 13 de enero del 2010 ganaré 500 dólares". ¿Qué te dice tu voz interna? Supongo que algo como esto: "¿Y si no puedo?", "500 dólares es mucho, mejor...", "¿pero cómo lo conseguiré?", en fín, cientos de trabas cuando deberías de instalar sólo instrucciones precisas y no escuchar a esa vocecita. Entre más seguro estés que saldrás del atolladero, más opciones aparecerán frente a ti.
La literatura y el cine están plagados de ejemplos donde los protagonistas no saben pedir un deseo y el genio de la lámpara (o el diablo, depende del libro o la cinta) le concede uno equivocado, que en esencia es el mismo, pero no el que esperaba el solicitante.
Por eso te recomiendo que seas específico, para que obtengas lo que realmente deseas y no otra cosa.
Cuando hagas visualizaciones, sé específico.
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